Confinamiento

Fases emocionales durante el confinamiento

Emociones de una confinada en el extranjero. ¿Me estaré volviendo loca?


En Madrid han transcurrido 60 días o más, he perdido la cuenta, tiempo suficiente para identificar todas las fases emocionales durante el confinamiento. La siguientes son sólo algunas de las facetas por las que he pasado a lo largo de estos días, hablo desde mi experiencia, no soy una experta en gestión de las emociones. Me ha dado de todo, ansiedad, alegría, miedo, he llorado, me he sentido poderosa, me he cuestionado mi vida. ¿Te ha pasado también?

Nostalgia
Nostalgia
Incertidumbre
Incertidumbre

Nostalgia

Cuando vives en otro país, es normal que eches de menos a tu familia, pero durante el confinamiento la nostalgia se agudiza.

Estar lejos de la familia no es fácil, sobre todo, cuando tienes ganas de abrazarla y charlar en la sobremesa de todo y de nada, el tema de conversación no es relevante, lo verdaderamente relevante es la compañía y no olvidemos la bebida para amenizar.

Las videollamadas son costumbre, pero la necesidad de llamar se intensifica, solo que tienes que esperar unas 8 horas porque en tu país la gente sigue durmiendo.

Ahora, todos estamos experimentando esa nostalgia de sentirnos lejos, aún estando en el mismo país.

Adicción a redes sociales

Redes sociales
Adicción a redes sociales

¡Venga serán solo cinco minutos, me levanto de la cama y comienzo mi día!

Cuando miras el reloj llevas una hora enganchado saltando de una red social a otra y piensas qué manera de perder el tiempo, que manía de saber lo genial que la pasa la gente en redes, de ver sus vidas y lo organizadas y activas que son. Mientras tú sigues tumbado en la cama, oliendo mal y con el pelo despeinado.

Pánico a la cuenta bancaria

Entre tantas aplicaciones en el móvil está la que más miedo da, la del banco. No quieres ni mirar el saldo disponible y apenas es día 5 del mes.

Entre el pago que no llega, el que nunca llegará y el trabajo que se paralizó. En España, es el ERTE* que no te han pagado, el autónomo que no tiene trabajo, o simplemente la falta de empleo. No es momento para ponerse a buscar uno nuevo ahora.

Alegría y positivismo

Cocinando
Cocinar para alegrarnos el día

Bueno, no tienes dinero, pero piensa positivo. No gastarás en gasolina ni transporte público (75€ al mes que te ahorras, sí $2,000 pesos mexicanos al mes de transporte, el ahorro se agradece). No tienes que preocuparte por comprar ropa nueva o maquillaje, ni por pagar el gimnasio o las clases de pilates. ¡Viva el ahorro!

¡Venga, arriba el ánimo! Nos ponemos un video de Cardio Hit y ya estaría.¡Como nueva! Luego leemos, nos hacemos algo rico de comer, vemos una serie y día completado.

Miedo (síndrome de la cabaña)

En Madrid, por fin nos han dejado salir a dar paseos, están divididos por edad y con franjas horarias. Todos deseábamos salir pero, un momento…

Vienen en manadas, grupos de personas que andan sin rumbo, solo caminan.

Entonces, piensas mantener el metro y medio de distancia, escuchas toser a uno, ves a grupos de jóvenes y no tan jóvenes hablando entre ellos muy de cerca, el virus. Regresas corriendo a casa.

Desde el balcón se aprecia mejor a todo el que pasa, la vista es mejor, una cervecita en mano y todo O.K. Miramos a los corredores, a los ciclistas, a los no tan deportistas, las parejas con perros. De lejos se ve todo mejor, comienza el show: Vamos a contar cuántos no llevan mascarilla.

Ansiedad

De esos días que te paralizas y te quedas en el sofá con una crisis de coronavirus, crisis profesional y existencial. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? No, no, tranquila, hay gente que está peor que tú.

Y comienzas a pensar si todo esto es resultado de una conspiración. Te encerraste en casa con abrigo y saldrás en short y manga corta, qué buen clima comienza a hacer. Probablemente no irás a la playa este año, todos los viajes cancelados, te repites una y otra vez en la cabeza la frase: Cuando todo esto pase…

La mente está constantemente pensando en el futuro, va diez mil pasos adelante.

Aquí encontrarás 9 actividades para sobrellevar el confinamiento y que puedes convertir en hábitos. Seguro alguno funciona para relajarnos.

Incertidumbre

¿Cómo serán nuestras vidas dentro de unos meses? ¿Podré pasar Navidad y Año Nuevo con mi familia, en mi país? ¿Cuándo volveré a verlos? Son algunas de las preguntas que pasan por mi cabeza. Espero no volverme loca. Apenas me estaba adaptando al nuevo país y ahora tengo que adaptarme a la ‘nueva normalidad‘.

Por lo pronto, nos quedan los paseos y la esperanza de regresar pronto a ver a quienes amamos.

También escribo micro relatos sobre la cuarentena, entra a leerlo aquí.

Esperanza

¿Has pasado por alguna de estas fases? ¿Crees que se me ha escapado alguna? Si vives en otro país, cuéntame cómo te has sentido. También si en tu propio país te has sentido así.

¡Arriba el ánimo y un abrazo a todos!

*Un Expediente de Regulación Temporal de Empleo es la adopción por parte de la empresa de una suspensión temporal de la relación laboral con una parte concreta de sus trabajadores pero sigues recibiendo el 70% de tu sueldo base.

4 comentarios en “Fases emocionales durante el confinamiento”

  1. Me encanto! Aunque he de confesar que como persona ansiosa que soy, esto de la pandemia me ha dado la oportunidad de no tener que pensar en el futuro. Es la primera vez que experimento un desapego de la vida cotidiana y me siento relajada, tanto que ahora no quiero volver al mundo!

  2. Un buen recorrido de las etapas por las que apenas estamos atravesando por acá en México…….y sí, de pronto ¡es desesperante! También muy doloroso, más cuando te enteras de que los familiares y conocidos de tus estudiantes han perdidos seres queridos o sus padres el trabajo. Sin duda alguna, hay quienes la están pasando muy mal. Hay que encontrarle el lado amable a todo esto, como lo que dices de los ahorros, es muy cierto.

  3. Ay!! He pasado por todas menos por la nostalgia por el hogar.
    Gracias por compartir tus sentimientos. Es extraño escucharnos a nosotras mismas en el silencio forzado de un motor que se detiene.
    Eres muy fuerte y saldrás todavía más recargada con el aprendizaje que tu misma has construido en este receso no solicitado.
    Un abrazo 🤗

  4. Pingback: ¿La crisis de los 30 es solo un cuento? - Jime Vera

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *