10 cosas que debes saber al llegar a un país nuevo
Recuerdo que cuando llegué a España, la emoción de estar en un país nuevo me hizo olvidar que estaría más de un año en la misma ciudad. Los primeros días me sentía turista, con el paso del tiempo, me di cuenta que no es todo tan bonito, que la emoción termina y hay que poner pies en tierra. En otras palabras, habrá que construir cosas desde cero y saber administrar bien el dinero, además, hay que tener paciencia, mucha paciencia para afrontar los cambios.
Quiero compartir contigo 10 cosas que me hubiesen gustado saber al llegar a un país nuevo para ser más precavida a la hora de organizar mi llegada a Madrid.
Experiencias difíciles y no tanto, que he tenido que afrontar durante mi estancia en el extranjero.
Esta es la segunda parte de la entrada anterior ¿Cómo llegué a Madrid?
Si no la has visto, corre a leerla, cuento el proceso por el que pasé para estudiar en el extranjero. Pincha aquí.
Bueno, aquí vamos:
1. Amigos
Tienes que hacer amigos de cero. Ten en cuenta que las personas nuevas que conozcas tienen ya un círculo estrecho de amistades, entre ellos se conocen desde hace muchos años y tú eres el nuevo, así que, aprenderás a entrar al círculo. Extrañarás a tus amigos de la infancia y de toda la vida, sin duda, y lleva tiempo tener amistades fuertes. La parte divertida y bonita, conoces nuevas maneras de pensar y ver el mundo.
Ten paciencia, yo soy amiguera, me gusta tener varios grupos de amigos, pero no todos serán los mejores, ni los que estarán cuando lo necesites, hubo un tiempo que me sentía muy sola. Las buenas amistades en otro país se convierten en tu familia, por eso son tan importantes. Al menos en mi caso.
Sigo plantando semillas, las amistades llevan cuidado y años.
2. Familia
Te tengo una mala noticia: no hay domingos familiares, tu mamá no te dará más tuppers para que te los lleves a tu casa y es de las cosas que más echarás de menos. El significado de la Navidad y cumpleaños cambiará. Ya lo había dicho anteriormente, tus amigos y pareja serán tu familia, con quienes compartirás domingos y festejos. La buena noticia: tu familia, a pesar de la distancia siempre estará para ti y cuando los veas te darás cuenta de cuánto los amas y lo especiales que son. (Me pongo muy cursi con este tema). Mis vínculos familiares se han vuelto más fuertes desde que vivo lejos, ellos me hacen ser quien soy ahora.
3. Comida
Acostúmbrate a las comidas, prueba y bebe de todo (no todo te gustará, pero al menos lo has probado). Por ejemplo, en España el desayuno es un pan y un café con leche, pero yo no puedo renunciar a mis quesadillas, mi plato de fruta y una buena taza de café por las mañanas. Por otro lado, lo que sí me encanta y encaja perfecto con mi personalidad es la hora del vermut. Entre las 12:00h y las 14:00h los fines de semana viene bien un aperitivo, una bebida fresca y una tapa, aunque la bebida llamada vermut no me gusta. La idea es encajar y adaptarse, no me cuesta trabajo cuando se trata de beber y comer.
Obviamente echo de menos la comida de mi país. Tengo mis antojos mexicanos, por ejemplo, barbacoa un domingo de cruda (resaca), un pozole en invierno, chilaquiles por la mañana. Pero la comida española tampoco se queda atrás, hay más variedad de la que parece y es deliciosa.
4. Idioma
No importa que hablen el mismo idioma, no vas a entender nada. Aprende todas las palabras, modismos y expresiones que puedas. Cuando llegué no entendía ni a mis profesores, me tardé un año en comprender muchas cosas del lenguaje y expresiones. Me sentía muy juzgada al hablar, algunas veces me sentí ignorante por no comprender, sobre todo, en las clases del máster, los temas relacionados con cómo funciona la cultura y las artes en Madrid, porque a pesar de ser el mismo idioma, muchas palabras tienen diferente significado.
Recuerdo que una profesora (también latina) me dijo:
– Tendrás que aprender a escribir y pensar como los de aquí para que te vaya bien.
No sé muy bien si tenía razón o no. A la hora de escribir trabajos, es verdad que los profesores corregían algunas de mis frases, o sentía que mis comentarios no eran válidos, pues no entendía nada sobre el tema o las expresiones que usaban.
El lado positivo: es divertido repetir las frases que al inicio no me hacían ningún sentido y compartir mis expresiones mexicanas con amigos, dejarnos sorprender por las diferencias del lenguaje.
5. Estar actualizado
Lee las noticias del país, te ayudará a entender cómo funciona la sociedad, la cultura y el contexto del lugar. Esto lo digo por experiencia, yo no lo hice el primer año y no me enteraba de nada, quizá a algunos nos puede dar pereza. Si pudiera regresar el tiempo, me habría gustado estar más familiarizada con temas relacionados al máster y mi profesión desde mi llegada.
Es difícil al principio, porque todo es nuevo,no lo entenderás del todo, pero será más fácil empalmar las piezas cuando lleves más tiempo.
6. Costumbres
Cada sitio tiene sus propias costumbres y me encanta aprender de ellas. Sin embargo, suelo comparar todo el tiempo: en México se hace así o en mi país es diferente. Es inevitable cuando echas de menos y sobre todo, cuando llevas más de la mitad de tu vida rodeada de otro contexto al que te encuentras actualmente.
Eso sí, Madrid tiene muchos días festivos, vacaciones largas, no me puedo quejar, para todo hay fiesta.
7. Trámites y burocracia
Anticípate a conocer todos los papeles que necesitas para realizar trámites burocráticos y mira más de una fuente de información. Pregunta a personas que hayan pasado por lo mismo que tú y mantente bien actualizado. Es la parte más terrible de irse a vivir a otro país.
Los trámites para adquirir o renovar cualquier visa son mi peor pesadilla, tanto que ya he olvidado todo lo que me han pedido, pero lo he sufrido mucho.
8. Ahorros
Seguramente llegarás con ahorros, pero cuídalos. Recuerda que no estás de vacaciones, necesitas sobrevivir. Yo olvidé esto los primeros meses y bueno… entre ropa y salidas me fui quedando pobre, lo confieso. El dinero se va como agua. Piensa siempre en cubrir las necesidades básicas: alquiler, comida, servicios y transporte. Y ahorra para salir de viaje dentro del país, descubre los pueblos y sitios poco turísticos.
Abre una cuenta bancaria del país en cuanto puedas, casi todo se hace ahora a través de transferencias o los pagos son domiciliados.
9. El clima
Llegué en octubre con un ‘abrigo’, confiada en que me sería útil para el frío. ¡Error! No tenía ni idea de lo que era el frío o la ropa de invierno y mucho menos la de entretiempo. No sabía lo que eran las estaciones del año hasta que llegué a vivir a Madrid.
Alguna vez me dijeron:
– En verano estaremos a 40 grados.
Yo pensé que era broma pero no, hace un exceso de calor y no lo sabes hasta que lo vives. Luego con el tiempo aprendes a disfrutar cada época del año y a tener un guardarropa para cada ocasión. Ahora me emociono cuando se acerca la hora de cambiar de ropa y estilo, nunca te vistes igual.
10. Disfruta el proceso
He pasado por muchos procesos y de todos he aprendido. Como estudiante en el Máster era una, luego me fui a vivir con mi pareja, antes vivía en el centro, ahora vivo en las afueras de Madrid (a 20 minutos en coche, 1 hora en transporte público) y cada etapa ha sido muy pero muy diferente. Creo que he cambiado mucho, como consecuencia de los obstáculos, la desventaja en comparación con quienes llevan toda su vida viviendo en España (en cuanto a no tener trabajo, no conocer a gente, no rodearte con personas de tu profesión, etc.), la tolerancia al cambio y en ocasiones a la incertidumbre. No me quejo, también he tenido mucha suerte en muchos aspectos, sin embargo, me hubiese gustado ser más despabilada cuando llegué y más segura de mi misma. Sentirme una extraña me hacía verme pequeña.
Varias veces me he preguntado ¿Estaré haciendo lo correcto? Supongo que es normal tener momentos de crisis cuando ves que no es tan fácil como creías.
Esta es mi experiencia, si tú has vivido en otro país ¿te ha pasado algo similar? ¿Qué ha sido lo más difícil de llegar a un país nuevo a vivir? ¿Agregarías algo a la lista?
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Gracias por compartir tus experiencias. Es bueno saber que no todo es felicidad para estar preparada(o) y enfrentar lo que venga.
Me alegra saber que mis experiencias pueden ayudar a otros 🙂
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